Saturday, November 29, 2008

Ni arte NI moda

Por Sabrina Srur

Publicada en DOGMA Periódico de moda
año 1 /No 03

No es fácil describir a Yudi Yudoyoko. No hay etiquetas que engloben tanta actividad, tanta energía; no es suficiente catalogarlo como artista ni como diseñador. Como personalidad, Yudi trasciende los límites de los estereotipos y al mismo tiempo, aunque paradójicamente, son estos estereotipos la materia prima de su arte.

Es necesario hacer un planteo cronológico para comprender las variables que atraviesan la vida de este indonesio radicado en Uruguay. El primer acercamiento al mundo de la imagen fue como diseñador de moda, formación que obtuvo de forma autodidacta, con la motivación, la curiosidad y el incentivo de quién se propone descubrir a través de la experiencia. Después de ganar un concurso de diseño de moda en donde competía y era evaluado por personalidades internacionales, Yudi se catapultó rápidamente hacia el universo de lo visual. Paralelamente, fue aceptado en la Escuela de Bellas Artes de Indonesia, y comenzó a conjugarse la ecléctica personalidad del diseñador-artista plástico-creador visual. Dentro de su agitada juventud, encontramos a un individuo que supo combinar el trabajo freelance de ilustración de moda para revistas importantes, la producción de prendas para department stores de Indonesia, el estudio, etc…Finalmente, logró consolidarse como director de imagen para una revista de moda. Convivió durante seis años entre producciones de moda, músicos y tapas de revistas, al mismo tiempo que estudiaba y daba clases de ilustración de moda.

En la interacción y la permeabilidad de Yudi, abierto y libre de prejuicios, yace el valor de su obra y sus conceptos. Nunca deja de insistir en el binomio moda-arte, y a través de amigo llega a Uruguay, para explorar y probar suerte tanto como diseñador como con su obra plástica. Uruguay recibió su talento con las manos abiertas: produjo prendas para Imaginario Sur, tiene obras en Galería Marte Up-Market, y en colecciones privadas nacionales.

Sin embargo, su capacidad crítica promueve la reflexión acerca de éstas disciplinas (arte y moda), y comienza sus observaciones partiendo del rechazo por las clasificaciones y las etiquetas, por las diferenciaciones de quién es artista y quién es diseñador. En su obra Fashion God, en la que presenta ilustraciones de moda con slogans como “the death of style” o “fuck the style”, combina esta crítica con la lógica de consumo, ya que la muestra se enmarcó en el “Cero Uruguayo”, una convocatoria del MEC, que proponía generar una obra a partir de cierto dinero designado arbitrariamente.

“La manera de usar el dinero es uno de los aspectos más destacados de nuestra cultura (...) En este marco muchos elementos de la cultura se cruzan con un fenómeno que se llama moda. Los psicólogos hablan de la moda como la busca de la individualidad; los sociólogos ven la clase de competencia social y la conformidad con las normas de vestir; los economistas ven una dialéctica de los recursos y el gasto; los estetas opinan a la luz de los componentes artísticos y los valores morales; los historiadores ofrecen explicaciones evolutivas de los cambios en el diseño. Literalmente cientos de puntos de vista de desarrollan, de una literatura más vasta que para cualquier fenómeno del comportamiento del consumo.

La manera de vestir es una combinación de la idea, de la función y de la habilidad financiera, y en cualquier caso es una indicación muy interesante, porque a través de ella se puede investigar y mostrar la condición de la cultura, de la subcultura, de la personalidad de cada uno. “

Yudi argumenta que la mayor contradicción con respecto al consumo y a la moda, es el defasaje que encontramos entre las imposiciones de la moda surgidas de las grandes personalidades, los “ídolos”, y la moda real, la moda como parte de la personalidad de cada uno, como un elemento más de la cultura. Subraya las paradojas que se dan en situaciones en que la gente se enfrenta a imposiciones de imagen que sólo pueden ser satisfechas a través de un consume desmedido, “no hay proporción”. Como diseñador, como artista, pero también como miembro de la sociedad, Yudi observa la gran influencia que ejercen las celebridades y el mainstream en la forma de vestir, y aunque no encierra una actitud de protesta explícita, lamenta la creciente codificación de los modos de vestir, la estructuración de la moda como uniforme, y por tanto, sufre con la falta de libertad a la hora de vestirnos. A pesar de ser parte del mundo editorial y de haber trabajado como productor de moda para varias revistas, Yudi es crítico y cuestiona la forma en que éstos medios delimitan y moldean los gustos y las tendencias.

De aquí surge el amor-odio de Yudi hacia la moda. Defiende los estilos que surgen “de abajo”, no de la imposición, sino que de la experiencia misma de los jóvenes. “Los estilos subculturales combinan específicamente los elementos de la moda, para crear una inflexión nueva de la sensibilidad, explorando los límites de lo inaceptable en cierto lugar y momento. Se distinguen de la moda por ser combinaciones intencionales diversas. La subcultura punk por ejemplo comparte las mismas "prácticas estéticas radicales" del dadá y el surrealismo (…)” (Dick Hebdige). Además, Yudi sostiene que son los “cool hunters” quienes matan a éstos estilos, por etiquetarlos, por colocarlos en categorías e introducirlos dentro del sistema y del mainstream, aniquilando el aspecto rebelde y revolucionario.

Como parte de su obra, Yudi desarrolló un “logoalfabeto”: una secuencia de la A a la Z creada con logos de marcas famosas. “A los logos de las marcas - los veo como “ready mades” de imagen, o prestigio, o identidad social. Son un alfabeto que se expresa solo (…) Todos estos logos se yuxtaponen como una parodia de la obsesión consumista por los productos auténticos de esas marcas.” Con este lenguaje paralelo Yudi ironiza y deja en evidencia las contradicciones del mundo de la moda, con una actitud sincera, de honestidad brutal, en que él mismo acepta formar parte de una sociedad ambigua y contradictoria, en donde él propone: “Ni arte, ni moda”.

1 comment:

Unknown said...

Gracias por tu comentario......Hacia mucho que nadie se tomaba la molestia de colgar nada en mi blog y eso a veces me pone alicaido y triste.......y asi que ,porfa reenvia mi blog a quien pudiera interesar .........saludos desde el Caribe...!

 
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